En su configuración actual, el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla es resultado de una larga evolución académica ya casi centenaria.

Fotografía: J. de M. Carriazo y Arroquia
A lo largo de este periodo, la organización y práctica de las actividades de docencia e investigación relacionadas con la Arqueología y la Prehistoria ha ido experimentado diversas vicisitudes y reorganizaciones de acuerdo con la organización general de los planes de estudio universitarios de humanidades y letras en nuestro país, así como con la dotación y perfil de las cátedras que las han articulado.
Básicamente, podría decirse que el origen del DPAUS se remonta a la creación en 1927 de la Cátedra de Prehistoria, Historia Antigua e Historia Medieval, cuyo primer titular sería el Profesor D. Juan de Mata Carriazo y Arroquia. La labor del Profesor Carriazo al frente de esta cátedra se extendería hasta 1969 y daría lugar a importantes investigaciones arqueológicas como las excavaciones practicadas en Itálica en el amplio arco temporal que va desde 1933 hasta 1970, o las conocidas excavaciones en el sitio protohistórico de El Carambolo (Camas, Sevilla) a finales de los años 1950. Tras la jubilación del profesor Carriazo en 1969, la Cátedra de Prehistoria, Historia Antigua e Historia Medieval se dividiría en tres departamentos distintos: Prehistoria y Arqueología, cuya cátedra fue ocupada por Antonio Blanco Freijeiro, Historia Antigua (Francisco Presedo Velo) e Historia Medieval (M. A. Ladero Quesada).

Fotografía: Excavaciones en El Carambolo en 1958
La labor del Profesor Carriazo tuvo su continuidad garantizada por el Profesor Antonio Blanco Freijeiro (nacido en Marín, Pontevedra en 1923), quien había estudiado Filosofía y Letras en las Universidades de Santiago de Compostela y Madrid, realizando posteriormente su especialización en las Universidades de Oxford y Heidelberg. La etapa del Profesor Blanco en la Universidad de Sevilla, donde desde 1966 actuó como Vicedecano de la Facultad de Filosofía y Letras, supuso la definitiva separación (ya que no desconexión) de la Arqueología y la Prehistoria de otras especialidades como la Historia Antigua o Medieval a las que habían estado previamente unidas. Ello permitiría una mayor especialización de la investigación, reflejada en los múltiples proyectos arqueológicos desarrollados por el Profesor Blanco, y en su labor como cofundador (junto con Javier de Hoz) de la revista Habis, creada al objeto de dar difusión a las investigaciones realizadas desde las cátedras de Filología Clásica, Historia Antigua y Arqueología.

Fotografía: Antonio Blanco Freijeiro
Durante la etapa del Profesor Blanco se formaron en este centro especialistas que posteriormente han ocupado importantes puestos académicos en la propia Universidad de Sevilla y en otras universidades españolas. Tal es el caso de los profesores Emilio Gómez Piñol, Juan Francisco Rodríguez Neila, Lorenzo Abad Casal, Manuel Bendala Galán, Francisca Chaves Tristán, Ramón Corzo Sánchez, Pilar León Alonso y Jose María Luzón Nogué, así como del Dr. José María Álvarez Martínez, antiguo Director del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida.

Fotografía: Simposio sobre Itálica celebrado en la Diputación de Sevilla (1980). De izquierda a derecha: P. León Alonso, M. Bendala Galán, J.M. Luzón Nogué, F. Chaves Tristán, J.M. Rodríguez Hidalgo, M. Fernández Miranda, A. Jiménez Martín, A. M. Canto, L. Abad Casal, M. Pellicer Catalán e I. Negueruela Martínez.
En 1974, tras la marcha del Profesor Blanco a la Universidad Complutense de Madrid, la Cátedra de Arqueología, Epigrafía y Numismática fue ocupada por el Profesor Manuel Pellicer Catalán, quien por entonces era catedrático de Arqueología en la Universidad de La Laguna. El Profesor Pellicer (nacido en Caspe, Zaragoza, en 1926) se había licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Zaragoza (1953), realizando su Tesis Doctoral sobre “La Cerámica Ibérica del Valle del Ebro” (1960) bajo la dirección de A. Beltrán Martínez. Habiendo realizado estudios de especialización en las universidades de Bolonia, Roma, Rennes y Madrid, el Dr. Pellicer había sido profesor en las universidades de Zaragoza, Granada, Madrid y La Laguna antes de obtener la Cátedra de Sevilla. En 1985 el Profesor Pellicer pasaría a ocupar la recién creada Cátedra de Arqueología según la organización de áreas docentes propuesta por la LRU (puesto que desempeñaría hasta 1992, momento en que, tras su jubilación, pasó a ocupar el puesto de Catedrático Emérito).

Fotografía: Genaro Álvarez explorando las terrazas de Carmona en 1984

Por otra parte, en 1977 se incorpora al DPAUS el Profesor Enrique Vallespí Pérez, quien previamente había desempeñado tareas docentes en las universidades de Zaragoza, Deusto, Navarra y Oviedo. El Dr. Vallespí iniciaría una línea de investigación interdisciplinar sobre el poblamiento del Paleolítico Inferior y Medio en el Sur peninsular, y muy especialmente en el bajo valle del Guadalquivir, en coordinación con especialistas en geomorfología y paleogeografía de la Universidad de Sevilla como el Profesor Fernando Díaz del Olmo. Esta línea de trabajo, completamente renovadora dentro del panorama entonces existente en la Prehistoria andaluza, daría importantes resultados, plasmados en diversas tesis doctorales (ver sección de esta web dedicada a tesis y tesinas) así como publicaciones nacionales e internacionales.

Fotografía: Pilar Acosta Martínez
En 1981 se creó la primera Cátedra de Prehistoria de la Universidad de Sevilla, que obtendría la Profesora Pilar Acosta Martínez, quien por entonces había trabajado ya como Ayudante en la Universidad de Granada y como Profesora Agregada de Prehistoria en las universidades de La Laguna y Sevilla. La Dra. Acosta Martínez ocuparía esta Cátedra hasta su fallecimiento en otoño de 2006. La labor de los Drs. Pellicer Catalán, Acosta Martínez y Vallespí Pérez desde finales de los 1970 y durante toda la década de los 1980 determina en buena medida la configuración del DPAUS a lo largo de las siguientes dos décadas, tanto en cuanto a su personal integrante como a las principales líneas de investigación. El Dr. Pellicer desarrolla en estos años una intensísima labor investigadora en torno a la Prehistoria Reciente y la Protohistoria de Andalucía occidental, practicando excavaciones en los sitios de Quebrantahuesos (Riotinto, Huelva) en 1975, Orippo (Dos Hermanas, Sevilla) y Cerro Macareno (San José de la Rinconada, Sevilla) en 1976, en Chinflón (Zalamea la Real, Huelva), Cueva del Parralejo (San José del Valle, Cádiz) e Itálica entre 1977 y 1978, en la Cueva de Nerja (a partir de 1979 y hasta 1987), y en Carmona (1981) y en la Mesa del Gandul (Alcalá de Guadaira, Sevilla) en 1986.

Fotografía: M. Pellicer en la Cueva de Nerja en 1986
Asimismo, durante estos años realizan sus tesis doctorales la mayoría de los profesores que integraron posteriormente el DPAUS, algunos aún en activo (F. Amores Carredano, M.L. de la Bandera Romero, R. Cabrero García, R. Cruz Auñón Briones, J. L. Escacena Carrasco y V. Hurtado Pérez), así como otros profesores que desarrollaron su labor docente en los centros universitarios andaluces entonces dependientes de la Universidad de Sevilla (caso de los Dres. J. C. Martín de la Cruz, D. Ruiz Mata, A. Tejera Gaspar, A. Caro Bellido, J. Ramos Muñoz, J. Campos Carrasco, etc.) cf. la sección de Investigación Tesis Doctorales en esta página web. Además, el Dr. Pellicer Catalán puso en marcha a comienzos de los 1980 un programa de prospecciones superficiales en Andalucía occidental que daría lugar a una serie de Cartas Arqueológicas (la mayoría de las cuales fueron redactadas como Tesis de Licenciatura que permanecen inéditas) y que han constituido hasta fecha muy reciente la base del inventario de yacimientos arqueológicos de esta región.
Tras la jubilación del Dr. Pellicer Catalán en 1992, la Cátedra de Prehistoria permaneció vacante hasta que en el año 2004 la ocupó el Profesor Oswaldo Arteaga Matute, quien había venido actuando como Director del Departamento desde 1992. Por su parte, la Cátedra de Arqueología, también vacante, fue ocupada finalmente por la Profesora Francisca Chaves Tristán en 2008, hasta su reciente jubilación en 2021.
En la década de los 1990 y 2000, el DPAUS conoció un paulatino crecimiento en cuanto a profesorado y alumnado, con la ampliación de la plantilla de docentes e investigadores, la renovación de las titulaciones, la fundación de la revista Spal (1992) y la colección Spal Monografías (1998), así como con una fuerte diversificación de las líneas de investigación cubiertas, que han ido dando cabida paulatinamente a las más recientes tendencias de nuestras especialidades. También se ha caracterizado este periodo por una consolidación de la colaboración en materia de docencia e investigación, de forma casi permanente, con centros científicos y universidades extranjeras, como es especialmente el caso de las Universidades de Bremen (Alemania), Southampton (Reino Unido) o Roma (Italia).
La implantación del Espacio Europeo de Educación Superior (plan Bolonia) supuso una profunda transformación en los planes de estudio y la aparición de nuevas titulaciones. Es en este momento cuando se implanta el Máster en Arqueología (2008), el Grado en Historia (2009), el Grado en Arqueología (2013), así como el Programa de Doctorado en Historia (2013), que vino a sustituir al antiguo Programa de Doctorado en Prehistoria y Arqueología (que obtuvo en 2006 la Mención de Calidad del Ministerio de Educación y Ciencia) y al resto de los programas de doctorado adscritos a departamentos. Asimismo, el personal del DPAUS se ha ido incorporando en los últimos años a la docencia en otras titulaciones externas a la Facultad de Geografía e Historia, como el Grado en Estudios de Asia Oriental, el Máster Universitario en Arquitectura y Patrimonio Histórico o el Máster Universitario en Conservación de Bienes Culturales. Ello no solo ha supuesto una diversificación en la oferta de asignaturas impartidas por el DPAUS, sino también de los perfiles docentes de su personal. Este complejo proceso fue coordinado por la Profesora María Luisa de la Bandera Romero, que sucedió al Profesor Oswaldo Arteaga en la dirección del DPAUS a partir de 2005, y el Profesor José Luis Escacena Carrasco, quién ejerció de director entre los años 2013 y 2021.

Fotografía: Cena de Navidad de 2005
De hecho, en las últimas dos décadas la plantilla del DPAUS ha crecido cuantitativa y cualitativamente con la incorporación de nuevos profesores de plantilla y un ingente número de investigadores pre y postdoctorales, así como con la promoción y consolidación de buena parte de su personal a las figuras de Profesor Contratado Doctor/PPL, Profesor Titular y Catedrático de Universidad. Ello ha implicado, asimismo, la multiplicación de las líneas de investigación y la consolidación de las ya existentes, abriendo un amplio abanico de temas de estudio, aproximaciones metodológicas y aplicaciones tecnológicas al estudio de la evidencia arqueológica. Como resultado, el DPAUS cuenta actualmente con 6 grupos de investigación en activo y un creciente número de proyectos de investigación competitivos, tanto nacionales como internacionales. Asimismo, como parte de las prácticas regladas de los títulos de grado y máster impartidos desde el departamento, se están coordinando proyectos de investigación sistemáticos en distintos yacimientos arqueológicos, como Itálica (Santiponce, Sevilla), Cerro Macareno (La Rinconada, Sevilla) o la cueva de La Dehesilla (Jerez de la Frontera, Cádiz).
Para más detalles sobre la historia del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla se pueden consultar los trabajos de Manuel Pellicer Catalán (2011) “Esbozo del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla de hace treinta años”, publicado en Spal nº 20 (páginas 9-22), o de Alfredo Mederos Martín (2010) “Una trayectoria rota. Juan de Mata Carriazo, catedrático de Prehistoria e Historia de España Antigua y Media de la Universidad de Sevilla”, aparecido en Spal nº 19 (61-96).