Once especialistas aproximan al gran público los resultados de las últimas investigaciones sobre la historia de la esclavitud en la Andalucía de la Edad Moderna.
Andalucía fue una sociedad con esclavos. La esclavitud era tolerada, practicada y regulada. De este modo, los esclavos -hombres, mujeres y niños-, encuadrados en diversos grupos étnico-lingüísticos y procedentes de muy distintos lugares – el Mediterráneo, el Reino de Granada, el África subsahariana, Canarias, América y las costas del Índico y del Pacífico- “formaron parte del entramado social, económico y cultural de Andalucía”, en palabras del profesor Eduardo Corona Pérez.
Esta institución, documentada en el territorio andaluz desde la Antigüedad y hasta bien entrado siglo XIX cuando fue derogada, tuvo un desarrollo especialmente destacado desde mediados del siglo XV hasta finales del siglo XVII.
Sin embargo, a pesar de que la historiografía de la esclavitud en la Andalucía moderna cuenta con un extenso desarrollo desde que, hace ya siete décadas, se publicase el estudio pionero del gran historiador granadino Antonio Domínguez Ortiz, lo cierto es que esta dolorosa historia continúa siendo una gran desconocida fuera de los círculos académicos.
Precisamente, trasladar estas investigaciones desde el campo de la especialización al gran público, con una estructura y lenguaje accesibles, es el objetivo que se ha marcado el último número de la revista Andalucía en la Historia. Así, el dosier coordinado por el profesor de la Universidad de Sevilla Eduardo Corona Pérez, reúne a once especialistas que abordan distintas caras de esta realidad: jurisprudencia, archivos, origen, trabajo, familia, la trata, mercados, el caso de los moriscos, cofradías, litigios y obtención de la libertad, entre otros.
La esclavitud existente en Andalucía durante la Edad Moderna era una institución jurídica regulada por Las Siete Partidas del rey Alfonso X de Castilla (1221-1284), como explica el profesor Rafael M. García Pérez, cuyas huellas pueden rastrearse en numerosos documentos, singularmente, como escribe Reyes Rojas García, en los fondos del Archivo General de Indias. La llegada de esclavos, cada vez más intensa a partir de los siglos XV y XVI, es estudiado por Manuel F. Fernández Chaves y Elena Lobo Guerrero.
El estudio del caso extremo de los moriscos del Reino de Granada tras la Guerra de las Alpujarras , que convirtió a los moriscos granadinos en esclavos, en numerosas ocasiones en manos de sus antiguos vecinos, es analizado por Carlos Javier Garrido García. El esclavo como productor de riqueza desempeñando todo tipo de trabajos en el campo y la ciudad es el estudio que firma Raúl González Arévalo, al tiempo que Teresa Peláez Domínguez investiga el trabajo de galeote al que se vieron forzados en numerosas ocasiones.
Por su parte, Eduardo Corona Pérez explica las dinámicas de mestizaje que se dieron en la Andalucía moderna ante la llegada masiva de esclavos, sobre todo negroafricanos, y Joaquín Rodríguez Mateos se centra en su recurrente organización en cofradías religiosas.
Por último, Javier Fernández Martín y Víctor José Rodero Martín tratan los ligios en los que se vieron envueltos, así como los mecanismos existentes para obtener la libertad.
Asimismo, entre sus artículos sueltos, la revista incluye textos sobre las esculturas iberas de Cerrillo Blanco en Porcuna; el arte la boticaría y la farmacia en la Andalucía medieval; la increíble historia de Inés Muñoz de Ribera en el Virreinato del Perú; la construcción del Real Carenero en Puerto Real y el Muelle de la Riza, un dique que acabó cumpliendo una sorprendente función urbanística y económica en Sanlúcar de Barrameda; la singularidad del andaluz hablado en la Sierra de Segura y la historia de los atentados de la banda terrorista ETA en suelo andaluz.