Fuente: ROME REPORTS
“Hola, me llamo Luis, soy español y estudio latín”.
“Hola, me llamo Sietse. Soy de Holanda y estoy aprendiendo griego”.
Y no solo latín y griego clásico, también hebreo. Son estudiantes de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, en Roma. Asisten a clase durante el verano porque quieren aprender estas tres lenguas antiguas. Son alumnos de edades y países muy distintos, pero todos comparten un interés común.
SIETSE VENEMA. Estudiante de griego clásico
“Me gustaría aprender el griego, poder hablarlo. Creo que sería más fácil leer libros antiguos si puedes usar el griego como un idioma normal”.
LUIS RUSPOLI. Estudiante de latín
“Es interesante ver cómo podría haber sido el idioma que usaban los romanos, cómo hablaban ellos. A mí me gusta la idea”.
En el aula no se habla otro idioma que no sea el latín, el griego clásico o el hebreo. Por ejemplo, Lorenzo y Francesca son italianos, pero con el profesor solo hablan un idioma, el griego clásico.
Algunos textos de pensadores como Galeno o Alcuino de York no están traducidos. Con este curso quieren enseñar que las lenguas clásicas son el mejor modo para leer y entender los textos antiguos.
CHRISTOPHE RICO. Director Instituto Polis
“Más del 50% de las fuentes de la Antiguedad nunca han sido traducidas a ningún idioma moderno. Y la única manera de leerlas es poder hablar el idioma para poder leer con soltura”.
Más de cien estudiantes participan en este curso que dura tres semanas. Quieren demostrar que las llamadas lenguas muertas cada día están más vivas.