Proyecto Porcuna. Investigación del Proceso Histórico en el Territorio de la Ciudad Ibero-Romana de Ipolca (Obulco)
Objetivos
Desde la aparición del famoso conjunto escultórico (ibérico) del Cerrillo Blanco (Porcuna, Jaén) comenzaron las prospecciones sistemáticas y sondeos arqueológicos en diversos asentamientos del término municipal, con el propósito de programar unas investigaciones destinadas al esclarecimiento del proceso histórico en el territorio de Obulco. Desde 1985 hasta 1992 estas excavaciones fueron autorizadas y financiadas por la Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, aunque en el período comprendido entre 1978 y 1984 este proyectofue autorizado y financiado por la Dirección General de Bellas Artes (Madrid) a través del Museo Arqueológico Provincial de Jaén. La dirección del proyecto está a cargo de Oswaldo Arteaga, contando en la subdirección con la colaboración de Francisco Nócete Calvo, José Ramos Muñoz y Anna María Roos.
Contribución al Progreso del Conocimiento Histórico
Las investigaciones realizadas hasta el presente (en un territorio que era prácticamente desconocido para la prehistoria, la protohistoria y el mundo antiguo de Andalucía) han permitido establecer una secuencia arqueológica referida a varios estadios poblacionales. En el asentamiento de la Peña de la Grieta, la estratigrafía obtenida muestra una ocupación relativa al Paleolítico Superior (Solutrense), con superposiciones evidentes durante el Neolítico (Arteaga et alii, 1998). En los grandes poblados de El Albalate (Arteaga et alii, 1986) y de Los Alcores (Arteaga, 1985), partiendo de las ocupaciones relativas al Neolítico Final, sin rupturas habitacionales se documentaron como propios de la Época del Cobre unos impresionantes poblados fortificados, que siendo comparables con los observados en Los Millares (España) y en Vilanova de San Pedro (Portugal), al ponerse en relación con el Valle del Guadalquivir (Arteaga, 1985) y en comparación con la hipótesis de la sociedad clasista inicial formulada para la “periferia” del Sudeste (Schubart y Arteaga, 1986; Arteaga 1993, 2000) han permitido contrastar la existencia de un Estado territorial en las tierras campiñenses (Nocete, 1989).
La teoría formativa del Estado, en tanto que puede ponerse en relación con todo el ámbito atlántico-mediterráneo de la Península Ibérica, lleva actualmente a postular la alternativa explicativa de una temprana “civilización occidental” (Arteaga, 2000), equiparable en el tiempo con otras conocidas en el Próximo Oriente, en Egipto y en el Mar Egeo, en contraposición con aquellas “teorías de la barbarie” que por otra parte siguen sustentando distintas escuelas y academias europeas, respecto al Extremo Occidente.
La continuidad poblacional en los citados centros de poder localizados en El Albalate (durante la Edad del Bronce) y en Los Alcores (durante los tiempos protohistóricos) permite a su vez entender a través del Bronce Final la eclosión del Mundo Tartésico (Roos, 1997). Y en suma, la trayectoria urbana sobre la cual aparece conformada la dimensión rural de la ciudad ibérica de Ipolca (Arteaga, 1993, 1999) la capital túrdula que refieren las fuentes escritas, y que de una forma arqueológica puede hacerse emerger a partir del apogeo territorial alcanzado respecto de la Turdetania y de la Oretania (Arteaga, 1999), ya durante los tiempos (VI-V a. C.) relativos a las mencionadas esculturas de connotaciones aristocráticas exhumadas en el Cerrillo Blanco. Para completar el no menos impresionante colofón del proceso histórico investigado en el entorno de Porcuna, cabe remarcar el resultado arqueológico obtenido respecto de la ubicación del núcleo poblacional hispanorromano de la ciudad de Obulco; que ha sido localizado coincidiendo con buena parte del casco urbano actual. Se han efectuado excavaciones sistemáticas en un barrio noble de dicha ciudad, así como también en una cisterna pública perteneciente a la misma, y se han llevado a cabo cortes estratigráficos en varios “recintos fortificados” de su entorno periurbano, añadiéndose el conocimiento parcial de otros varios definidos como propios del medio rural explotado desde aquella capitalidad.
Antes de las excavaciones del “Proyecto Porcuna” cabe recordar que tales “recintos fortificados” se atribuyeron a unos patrones de asentamientos referidos al “Horizonte Ibérico Pleno” suponiendo algunos autores que muchos de ellos habrían sido construidos por los púnicos aludidos en relación con las llamadas “torres de Anibal”. A tenor del “Proyecto Porcuna”, ahora sabemos que aquellos de Obulco, siendo más bien “hispanorromanos”, estaban funcionando alrededor de la guerra de los hijos de Pompeyo contra César. Y que luego continuaron siendo utilizados durante la época julio-claudia, llegando hasta el comienzo de los tiempos Flavios (Arteaga,1993). Cumpliendo con unas funcionalidades constructivas diversas, pero siendo todas ellas complementarias en su conjunto, puesto que estaban diseñadas de acuerdo con el régimen de la propiedad de las tierras repartidas, y con la división del trabajo social que se invertía en las mismas, los recintos fortificados articulaban la explotación del medio rural del Municipio Pontificiense de Obulco (Arteaga, 1993). Y le daban de esta manera una concreta dimensión catrastal, respecto de otros territorios cívicos vecinos, a su vez adscritos respecto del Conventus Cordubensis a la administración senatorial de la Provincia Hispania Ulterior, antes de que las condiciones ciudadanas cambiaran con la expansión del “Derecho Latino” por Vespasiano.
Bibliografía
– O. ARTEAGA. “Excavaciones arqueológicas sistemáticas en el Cerro de Los Alcores (Porcuna, Jaén). Informe preliminar sobre la campaña de 1985″. Anuario Arqueológico de Andalucía, 1985, II: 279-288. Sevilla.
– O. ARTEAGA, F. NOCETE, J. RAMOS, A. RECUERDA y A.M. ROOS. “Excavaciones sistemáticas en el Cerro de El Albalate (Porcuna, Jaén)”. Anuario Arqueológico de Andalucía, 1986, II: 395-400. Sevilla.
– O. ARTEAGA, J. RAMOS MUÑOZ y A.M. ROOS.”La Peña de la Grieta (Porcuna, Jaén)”. Homenaje al profesor Francisco Jordá Cerdá. Patronato de la Cueva de Nerja. Málaga, 1998 : 75-109.
– F. NOCETE CALVO. “3000-1500 B.C.: la formación del Estado en las campiñas del Alto Guadalquivir. Análisis de un Proceso de Transición”. Tesis Doctoral. Universidad de Granada, 1988. B.A.R. Internacional Series, 492. Oxford. 1989.
– A. M. ROOS. La sociedad de clases, la propiedad privada y el Estado en Tartessos. Una visión de su proceso histórico desde la arqueología del Proyecto Porcuna. Tesis Doctoral. Universidad de Granada. Granada. 1997.
– O. ARTEAGA. “El municipio pontificiense de Obulco. Nuevos datos arqueológicos para su estudio”. Ampurias, 48-50. Barcelona, 1986-1989 (1993), 36-45.
– O. ARTEAGA. “La delimitación del territorio entre Cástulo y Obulco”. III Jornadas Históricas del Alto Guadalquivir. Quesada, 1993. Jaén, 1999: 95-141.