¿Por qué es importante esta obra?
El establecimiento de clasificaciones entre distintos tipos de varones agresores dentro de la pareja heterosexual es un tópico que, a pesar de haber recibido mucha atención en la literatura, sigue suscitando polémica a día de hoy. Por una parte, los y las profesionales que trabajan desde una óptica más contextualista han apuntado que la creación de categorías puede desviar la atención desde los aspectos macrosistémicos del problema (como género y cultura) a cuestiones intrapsicológicas; pero, por otro lado, son muchas las voces que han apuntado a la existencia de diferentes grupos (tipos, perfiles…) de agresor a través de una literatura abundante, con su auge localizado a mediados de los 90 (Boyle y Vivian, 1996; Hamberger et al., 1996; Holtzworth-Munroe y Stuart, 1994; Saunders, 1992, por citar algunos ejemplos) y que continúa creciendo a día de hoy.